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Alimentacion en el embarazo


INTRODUCCIÓN

El embarazo constituye probablemente uno de los mayores esfuerzos funcionales que sufre el organismo y conlleva los cambios más importantes en los procesos biológicos normales de las mujeres en el curso de la vida.

Hasta hace pocos años, apenas se había prestado atención a la dieta de la embarazada, guiándose ésta, casi siempre, por la errónea creencia de que "debía comer por dos" y satisfacer todos sus "antojos". Esto ha dado lugar, con mucha frecuencia, al seguimiento de regímenes inadecuados por exceso calórico y déficit en algún requerimiento específico “comer mucho y mal” en muchas ocasiones provoca desequilibrios.

Actuales investigaciones han demostrado que la alimentación materna influye en el curso del embarazo y en su desenlace, el parto.

Una dieta óptima para la gestación es la que empieza antes de la concepción. El conocimiento del estado nutritivo de la mujer, previo a la concepción, puede ser de gran ayuda para elaborar una dieta equilibrada durante el embarazo, ya que pueda permitir corregir algunas carencias o desequilibrios anteriores, si los hubiera.

Una alimentación sana para la mujer antes y durante la gestación previene nacimientos prematuros y problemas ligados al desarrollo del recién nacido (bajo peso y talla, menor resistencia a enfermedades, etc.).

Existen ciertas situaciones que bien durante o anteriores al embarazo incrementan el riesgo nutricional: a) dietas para adelgazar, b) adolescencia, c) diabetes, d) embarazos frecuentes con un corto tiempo de intervalo entre ellos, e) embarazos gemelares f) ganancia insuficiente de peso durante el embarazo, g) obesidad, h) complicaciones obstétricas previas, i) hábito de fumar, j) consumo de alcohol, k) consumo de drogas, l) bajo peso antes del embarazo, m) algunas costumbres dietéticas (vegetalismo, etc.).


QUE BUSCA LA NUTRICIÓN DURANTE LA GESTACIÓN

  1. - Cubrir las necesidades nutritivas propias de la mujer.

  2. - Satisfacer las exigencias nutritivas debidas al crecimiento fetal.

  3. - Preparar el organismo materno para afrontar mejor el parto.

  4. - Promover la futura lactancia.

La cantidad de kilos adquiridos durante el embarazo es variable según las mujeres. Las madres jóvenes y las primerizas ganan generalmente más que las de mayor edad y las multíparas. También las que iniciaron la gestación con un peso inferior al recomendado.

Es necesario tener en cuenta que los procesos químicos de administración interna de los alimentos en la embarazada son diferentes. Además hay mujeres, que siempre tienen propensión a engordar, y otras en las que se acentúa sólo durante este periodo. Alimentos que antes no engordaban ahora pasan a hacerlo, ya que en este organismo materno existe una tendencia mayor a retener todo lo que se ingiere.

Normalmente se almacena como grasa principalmente en la cadera, para la etapa del amamantamiento cuando el desgaste materno será mayor, asegurando la calidad de la nutrición del recién nacido. Es decir que con la lactancia este deposito natural se perderá.


PROCESAMIENTO NATURAL DE LOS ALIMENTOS

Cada uno de los alimentos aportados en la dieta materna, según van ingresando en el tubo digestivo, se van digiriendo o sea desarmando, terminando el proceso en cuatro tipo de sustancias fundamentales, que son :

a)Proteínas y Vitaminas

b)Carbohidratos o glúcidos o azúcares,

c) Grasas o lípidos, y los

d) Minerales,

pasando en esta conformación básica a la sangre de la embarazada. El organismo fetal se nutre de esta sangre materna, a través de la placenta.

Así como los automóviles utilizan los combustibles para producir energía, las personas vivimos a partir de la energía que obtenemos de los nutrientes, contenido en los alimentos, que se mide en calorías.

Cuando comemos incorporamos calorías al organismo, parte de ellas se utilizan para los distintos procesos, como digestión, absorción de nutrientes, circulación, elaboración de proteínas, mantenimiento de la temperatura corporal, movimiento, aumento de los requerimientos metabólicos en la etapa del embarazo. Los restantes son quemados mediante las actividades que realizamos o bien son acumulados en forma de grasa.

La necesidad de ingesta de calorías varía, según el nivel de actividad y peso. Prácticamente todos los alimentos las tienen en mayor o menor grado, grasas, hidratos de carbono y proteínas.

A partir del segundo trimestre la mujer embarazada necesita consumir 300 calorías más al día que la mujer no embarazada. Estas calorías suplementarias corresponden a los requerimientos del bebé y el aumento del metabolismo basal de la madre. Ellos representaría un aumento del 15% de la necesidad de ingesta calórica diaria.


EVOLUCIÓN DEL PESO DURANTE EL EMBARAZO

El aumento depende de muchas variables. Entre ellas el peso y la estatura antes del embarazo, y del tamaño aproximado del bebé, placenta, líquido amniótico, etc. En términos generales se podría estimar que:

En el transcurso del primer trimestre, el aumento de peso puede ser nulo o de 1 o 2 Kg. Es posible, incluso, adelgazar 2 o 3 Kg., cuando los malestares del inicio del embarazo son de alto grado (nauseas, vómitos, asco).

Durante el segundo trimestre, el aumento de peso se relaciona no solo con la alimentación, sino también con la actividad física y con las ansiedades propias del embarazo. El promedio indica un aumento de 4 a 6 Kg. es decir 1,3 o 2 Kg. por mes.

Ya faltan pocos meses para unos de los momentos más importantes de tu vida. Cuanto más preparada estés para el parto, más relajada vas a llegar y mejor va a salir todo. Comenzar un taller de preparto en este trimestre, no sólo te ayudará a controlar mejor tu peso, sino que te permitirá vivirlo con mayor tranquilidad.

En el tercer trimestre, el aumento de peso será similar al del trimestre anterior. Sin embargo las molestias del final del embarazo (pesadez, opresión estomacal, ansiedad en relación con el nacimiento y al parto, etc.), sumadas al crecimiento del bebé, podrán ocasionar un aumento distinto, incluso disminución del apetito sobre todo hacia el final de la gestación.

El control del aumento de peso durante el embarazo está dirigido hacia la optimización de la nutrición de la madre y el niño.

Cabe recordar que la falta de aumento en el peso en forma continuada durante el embarazo es un signo de alarma, que debe llevarnos a seguir un tratamiento adecuado. El incremento brusco de peso es motivo para una consulta médica específica.


Las preguntas más frecuentes

¿Cuál es el aumento de peso que me corresponde para este embarazo?

Puedo multiplicar por 2 los centímetros que tengo por sobre el metro, (Ej. si mido 1,62 cm., multiplico, 62 por 2= 124 cm.) y poniendo luego una coma en las decenas, (En el Ej. 12,4 Kg.), el resultado sería el aumento aconsejado para una embarazada según su altura, en los nueve meses.

¿Mi peso al comenzar el embarazo era el normal?

Si conoces tu peso al comenzar el embarazo y tu estatura, podés utilizar la siguiente tabla:

  1. Anotar el peso al comenzar el embarazo. . . .. . . . .Kg.

  2. Calcular el cuadrado de tu estatura. . . . . . . . . . . . .

  3. Dividir ese peso por el cuadrado de la estatura:

. . . . . . . . . Peso. . . . . . . = índice

Estatura por estatura


(Ej. Con un peso inicial de 60 Kg. y una estatura de 1,65 mts (estatura 1,65 por 1,65 = 2,72).

60 dividido 2,72 = 22,06 , quedando como resultando un índice, que si es:

  • Menor a 18 bajo peso

  • De 18 a 25 normal (mujer) - De 18 a 27 normal (varón)

  • De 25 a 30 sobrepeso (mujer) - De 27 a 30 sobrepeso (varón)

  • Más de 30 obesidad

Si antes estaba por debajo de su peso, conviene instaurar una dieta que equilibre y un aporte de vitaminas, buscando recuperar la diferencia hasta el peso normal. El embarazo demanda una gran cantidad de energía, que un organismo debilitado afrontará con más dificultad.

Si la madre se hallaba en su peso normal o habitual, el aumento oscilará entre 9 y 13 Kg.


DISTRIBUCIÓN DE PESO EN EL NOVENO MES


Bebe .........3.200 gr. .....a.......3.600 gr.

Placenta ....500 gr.......a......... 800 gr.

Útero.....900 gr. ......a.......1.000 gr.

Liq amniótico.700 gr. .....a.........900 gr.

Mamas .........................................400 gr.

Volumen Sanguíneo .................1.200 gr.

Grasa ........................................1.500 gr.

Liq Retenido....1.000 gr. a.......2150 gr.


TOTAL.......9.400 gr.......a.....11.550 gr.


Cuando el bebé nace, ¿cuantos kilos se eliminan y en cuanto tiempo podré volver a mi peso?

El peso que inmediatamente se elimina en el parto es el que corresponde al bebé, la placenta, el líquido amniótico, parcialmente del útero y del volumen sanguíneo.

El resto del peso será eliminado durante los seis meses siguientes y en mayor medida si se mantiene la lactancia exclusiva natural y un control sobre la dieta.


¿Las dietas utilizadas para adelgazar son perjudiciales en este periodo?.

Si el inicio del embarazo la encuentra excedida de peso, deberá modificar el tipo alimentos de la dieta aumentando los recomendados, como “comer libremente” (pag. 8). La ganancia de peso será entonces menor, pero el feto se desarrollará bien, ya que un sobrepeso exagerado no solo puede perjudicar la salud durante el embarazo, si no que puede afectar en mayor o menor grado, en el momento del parto.


¿Existe una dieta ideal para todas las embarazadas?
No, sólo existen recomendaciones generales para todas ellas. Pero en cada uno de sus embarazos, deberá cuidarse de un modo particular. Por eso leerás atentamente las sugerencias que siguen y anotarás las dudas y preguntas. (busca la hoja en blanco al final del cuadernillo) y llevarás para conversarlas en tu próxima consulta ginecológica o a la nutricionista que él te indique.
También te recomendamos que elijas un taller de preparto guiado por profesionales de la salud (médicos obstetras, psicólogos, fisioterapeutas, estimuladoras tempranas, nutricionistas, etc.)
Sólo los profesionales pueden acompañarte de manera confiable y seria, atendiendo tus necesidades particulares.

ALGUNAS SUGERENCIAS PARA LA ALIMENTACIÓN:
  • Debe reforzarse el consumo de leche y derivados, ingiriendo, por ejemplo medio litro de leche o 200 ml., 2 yogures y 30 a 50 gr. De queso (sobre todo bajo en grasa como el Burgos).

  • En verduras y hortalizas, deben consumirse diariamente, combinando el aporte crudo (ensaladas) con el cocido, siendo aconsejable al menos 350 gr. al día.

  • Las frutas variadas, unos 350 gr. al día, de las cuales al menos una pieza ha de ser cítrica (naranja, limón o pomelo).

  • Es muy importante el consumo de agua corriente o mineral para sostener una buena hidratación, por lo que se recomienda beber a lo largo del día al menos 1,5 a 2 litros (en comidas y entre horas).

Masticar despacio, cuidar la higiene bucal, controlar el peso y realizar ejercicio regularmente, son recomendaciones generales que complementan las dietéticas.


RECOMENDACIONES NUTRITIVAS PRÁCTICAS

Estas recomendaciones son un esquema general, tu médico o tu nutricionista, puede introducir variaciones específicas, según tus antecedentes.

Conviene evitar:

Dulces (chocolate, helados, galletitas dulces, etc.), azúcar, grasas (manteca, margarina), mayonesa, frituras en general (empanadas, pasteles, croquetas, etc.). Los alimentos azucarados suelen ir en detrimento de otros nutrientes ricos en proteínas, vitaminas y minerales. Por otra parte los alimentos ricos en azúcares posibilitan el aumento innecesario de peso y la aparición de caries. Con las bebidas dulces (gaseosas, jugos artificiales, etc.), pasa lo mismo con la diferencia que buscando calmar la sed, su consumo puede hacerse mayor.

Las bebidas alcohólicas, aún en poca cantidad, son perjudiciales para el feto, durante el embarazo.

Medicinas: Evita todo tipo de medicina que no sea recetada por tu médico.

Comer moderadamente:

Pastas, (fideos), arroz, papas, batatas, bananas, etc.

En cuanto a las grasas., para no tener digestiones pesadas es preferible limitar las frituras, platos con salsa, pastelería, etc. de esta forma se evitaría también un aumento inadecuado de peso. Pero no se trata de eliminar sistemáticamente las grasas. Recordemos que algunos ácidos grasos son indispensables y se obtienen sólo a través de los alimentos.

Comer libremente:
Carnes magras (sin grasa), huevos, yogur, quesos (bajos en grasa), leche, legumbres (soja, etc.), hortalizas ( zanahoria, lechuga, acelga, zapallitos, zapallo, tomates, espinaca, perejil, chauchas, pepinos, etc.), frutas variadas (cítricos, manzana, peras,, kiwi, etc.)

El hierro, el ácido fólico y el calcio, pueden también agregarse si fuera necesario, mediante medicamentos que tu ginecólogo te indique.

Líquidos: Mucha agua, jugo de frutas natural y otros líquidos proporcionan la cantidad adecuada de fluidos necesarios para vos y tu bebé.


La palabra CLAVE en la dieta es “VARIEDAD”. Incluyendo alimentos de todos los grupos.


SÍNTOMAS O MOLÉSTIAS PROPIAS DEL EMBARAZO:

Conforme crece el feto, el útero aumenta de tamaño dando señales a otras partes de tu cuerpo. Otros cambios son iniciados por la hormonas que tu organismo secrega para nutrir y proteger al feto, y prepararlos a ambos para el nacimiento.

Tan importante como estar bien alimentada, es que alcances un estado físico y mental óptimo a través de distintos ejercicios que te ayudarán a conocer tu cuerpo y disminuir las molestias típicas en este momento. Necesitarás una guía práctica para aprender las respiraciones y los ejercicios apropiados para trabajar con tu cuerpo. Podés informarte en Vitalis Gestación para una adecuada preparación para el parto.

Estreñimiento y hemorroides: Entre las razones para el estreñimiento y las hemorroides, se encuentran los cambios que las hormonas producen, enlenteciendo el proceso del tracto digestivo. Sumado a esto, durante el último trimestre de embarazo, el útero más grande aumenta su presión sobre el recto (última porción del intestino grueso).

Para minimizar estas molestias trata de beber mucho líquido, come frutas y vegetales ricos en fibra.

Algunas mujeres experimentan alivio bebiendo un vaso de agua tibia en ayunas, antes del desayuno.

·Come alimentos ricos en fibras como es el caso de los cereales integrales, verduras y frutas crudas. Consume más líquidos. Camina diariamente.

·Por las mañanas come unas galletitas de agua o de cereal seco antes o inmediatamente después de dejar la cama.

  • Evita los esfuerzos físicos.

·Evita los alimentos grasosos, espesos, fritos y condimentados.

·Prefiere los alimentos fríos y frescos en raciones pequeñas.

·También los líquidos fríos entre comidas y no junto con ellas.

Fracciona tu alimentación. Realiza las 4 comidas habituales más 2 colaciones ( media mañana y media tarde).


Náuseas y vómitos: Este síntoma suele empezar en la 4º semana aunque a veces aparece antes. Solo 1/3 de las embarazadas lo poseen, sobre todo las primíparas. Existen 2 factores a considerar:

  1. Los cambios metabólicos en el organismo;

  2. El estado de tensión emocional.

Los episodios nauseosos parecen reducirse con mayor facilidad con el reposo físico y mental. Aunque el embarazo sea deseado lleva un tiempo adaptarse mentalmente a la venida de un hijo, en la misma forma que se produce la adaptación física. Generalmente al final del 1º trimestre se produce la desaparición de estas molestias. La tensión emocional puede ser aliviada merced al descanso adecuado y consultando tus dudas y temores con tu obstetra.

Evita las grandes comilonas. Come raciones pequeñas cada tres horas (dieta fraccionada).Se aconseja comer en poca cantidad y frecuentemente en el día, o sea sin esperar hasta las comidas tradicionales diarias para aumentar así su aprovechamiento, y disminuir las posibilidades de estos malestares propios, en este momento.

Evita los alimentos dificiles de digerir, tales como grasas cocidas, coles (repollo, coliflor, etc.).

La ingesta de tostadas y algunas galletas sin sal, antes de que se presente el vómito, puede ayudar a evitarlo.

Conviene ingerir los líquidos entre comida y comida y no con los alimentos.

Acidez: Esto ocurre cuando la acidez normal propia del estómago es empujada desde el estómago hacia el esófago, por el aumento de presión en esta parte superior del abdomen. Como dijimos anteriormente, durante el embarazo todo el proceso digestivo se enlentece y adicionalmente luego del sexto mes. El útero engrandecido empuja al estómago hacia arriba. Para evitar la acidez, come en pequeñas cantidades, varias veces al día. Evita alimentos muy grasosos o con muchas especias y espera al menos una hora antes de acostarte. Algunas mujeres experimentan alivio colocando dos o tres almohadas bajo su cabeza para dormir (posición semisentada).

Fatiga: Tu organismo está haciendo un gran esfuerzo mientras estás embarazada por eso trata de dormir 8 horas diarias y toma una siesta si te es posible. Evita los trabajos pesados e ingiere una dieta balanceada.

Dolores de Cabeza: Puede ocurrir que se experimenten dolores de cabeza durante tu embarazo. Las causas pueden ser: tensión nerviosa o quizás el aumento en el volumen de sangre dentro de tu organismo. Descansa y trata de relajarte. Algunas mujeres experimentan alivio caminando al aire libre. No tomes medicinas a menos que te lo aconseje tu médico.

Micciones frecuentes: El útero está presionando también a la vejiga y aunque tu vejiga esté casi vacía, esta presión crea la misma sensación como si estuviera llena. No aguantes las ganas de orinar.

Hinchazón: Se debe a la retención de agua en los tejidos, especialmente en tus pies. Eleva tus piernas cada vez que puedas y evita ropas ajustadas que presionen en esa zona. Es importante avisarle al doctor si notas: hinchazón en otras partes del cuerpo, aumento brusco de peso, sensación de falta de aire o agitación repentina.

REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES DURANTE EL EMBARAZO

Durante el embarazo todas las necesidades están aumentadas. Las calorías, grasas, proteínas y glúcidos consumidas deben ser mayores debido a la construcción de tejidos fetales, útero, envolturas, mamas, por el aumento del volumen sanguíneo y por las reservas grasas normales de la madre.

Las necesidades de vitaminas y minerales también están aumentadas. La existencia de déficits de muchos de estos nutrientes pueden dar lugar a múltiples malformaciones y enfermedades del niño, así como a un deterioro de la propia madre.

Se debe tener especial cuidado en cuanto a:

Proteínas: El papel de las proteínas durante el embarazo es básico, ya que resultan indispensable para la formación de los tejidos fetales.

Se encuentran básicamente en alimentos de origen animal, huevos carnes y lácteos. En los de origen vegetal, principalmente en la soja.

Hidratos de Carbono: debe formar parte de manera importante en la dieta, controlando y reduciendo el consumo de los hidratos de carbono simples (azúcar, dulces, etc.), aportando moderadamente los complejos (pastas, arroz, papas, etc.).

Grasas: importantes para la formación del feto y para las reservas de la madre no deben excluirse de la dieta pero si controlarse y seleccionarse.

Se aconseja consumir grasas de origen vegetal (aceite de oliva, girasol, etc.) y disminuir el consumo de grasas animales como mantequillas, mantecas, fiambres, etc.

El calcio suministrado al feto proviene de la alimentación de la madre y de sus reservas óseas, por lo que si el consumo de este mineral es escaso, se recurrirá a las reservas de la madre, deteriorando huesos, dientes, etc.

Además de ser importante en la formación de huesos y dientes, participa en la coagulación sanguínea y ayuda a regular el uso de otros minerales en el organismo. Es aconsejable el consumo diario de leche y derivados como, yogures, cuajadas, quesos poco grasos, etc.) y pescado en conservas, donde se encuentra principalmente. Las demandas fetales aumentan al final del embarazo. El calcio promueve la formación del esqueleto fetal y de los dientes.

Por esto durante el último trimestre de embarazo, será necesario consumir un 50% más de alimentos ricos en calcio, los dientes del futuro bebé y su esqueleto crecen más rápido. Además, el calcio se almacena en los huesos maternos y sirve para la producción de leche posterior al nacimiento.

Magnesio: nuestra alimentación por el consumo de alimentos refinados (harinas, azúcar, etc.) es pobre en este mineral, por lo que se aconseja el consumo de harinas integrales frutas y verduras, de aguas minerales ricas en magnesio. Prefiriendo la cocción al vapor, de las verduras.

Hierro: es un elemento muy importante, ya que de él depende la fabricación de hemoglobina, sustancia de la sangre encargada de transportar el oxigeno en el organismo. Debido al aumento del volumen sanguíneo que el embarazo produce, se hace necesario incrementar también la presencia de hierro para que proporcione hemoglobina. El feto, durante las últimas 6 semanas de gestación almacena hierro en su hígado para cubrir sus necesidades durante los 3 a 6 primeros meses de vida. Por lo que se aconseja el consumo principalmente de hígado, carnes rojas, verduras, perejil, frutos secos, legumbres, yema de huevos, anchoas, atún, ostras y almejas.

La demanda fetal aumenta, sobre todo, en estas ultimas 6 semanas. Es necesario un suplemento de 30 a 60 mg. diarios. Existen datos en numerosos países en los que se estima que un 20 a 30 % de las mujeres embarazadas tienen una deficiencia de hierro. Existe además una hemodilución.

Una anemia por falta de este mineral en el embarazo aumenta el riesgo de nacimientos prematuros y de mortalidad del feto. Existe menor resistencia a las infecciones y afecciones de la piel y mucosas.

Es importante que la alimentación proporcione la cantidad de hierro necesaria para el organismo. Es posible y frecuente la recomendación por parte del médico de suplemento de hierro para mujeres que tengan un riesgo de anemia.

Zinc: Es importante porque interviene en la transformación de las proteínas y de las sustancias que llevan la información genética en las células. Por lo tanto es fundamental en la formación y diferenciación de ellas. Durante el embarazo una baja ingesta de este mineral podría aumentar el riesgo de partos prematuros o de recién nacidos más pequeños que lo normal. Los alimentos que contienen zinc, son carne, mariscos, quesos, cereales y en pequeña cantidades en vegetales.

Vitaminas: Durante el embarazo son esenciales para el desempeño de las funciones vitales. Además, tu hijo las necesita para crecer y para nutrirse sobre todo en las primeras semanas del desarrollo.

Se las clasifica según sean solubles en agua o en grasas.

Las solubles en agua son las vitaminas del complejo B y vitaminas C,.Pierden todo su valor con la cocción; consecuentemente, los alimentos que las contienen deben ser consumidos crudos o apenas cocidos. Las vitaminas del Complejo B están en variados alimentos como, cereales, legumbres, hígado, riñón, corazón y músculos de animales, verduras, leche, huevos, etc. La vitamina .C prevalece en los cítricos.

Las solubles en grasas son las Vit. A, Vit.D, y Vit.E y Vit K

Vit.A: abunda en los alimentos de origen animal: higado, grasas (como la manteca) y en forma de carotenos, los cuales son transformados en vitamina activa en el organismo. También en vegetales de hoja de color verde intensa tales como acelga, berros, espinaca y en vegetales amarillos como zanahoria y calabaza.

Vit.E: en aceite de germen de trigo, verduras y pan integral.

Vit. K: en coliflor, brócoli, espinaca, soja y un poco menos en trigo y avena.

Vit. D: durante su vida fetal, el niño depende de los suministros maternales para que se establezcan sus reservas de esta vitamina. Un estado de carencia de la madre puede ocasionar en el recién nacido enfermedades importantes que afectan a su desarrollo óseo. Además de la obtenida a través de la alimentación la exposición a la luz solar hace que nuestro organismo produzca esta vitamina.

Su fuente exclusiva es la animal. Los alimentos más ricos en vitamina D son el salmón fresco, la sardina en aceite o fresca, los huevos y los alimentos fortificados con la misma.

Ácido fólico: la falta de esta vitamina (Bc o M) es la deficiencia más común durante el embarazo debido a que su necesidad aumenta de manera considerable. Su carencia provoca un tipo de anemia y aumenta los riesgos de prematuridad, malformaciones y otros trastornos. El consumo de alcohol y tabaco aumenta su déficit.

Los alimentos más ricos en ácido fólico son las verduras de hoja (espinaca, acelga), el hígado y quesos fermentados (queso azul), también hay contenidos importantes en la levadura de cerveza.

Comer los alimentos correctos cuando estás embarazada, es quizá el mejor regalo que le puedes hacer a tu bebé. Una buena dieta para el embarazo debe ser variada y estar bien balanceada. Esta incluye suficientes frutas y vegetales frescos, granos enteros, productos lácteos, proteínas, algunas grasas y ocho tazas de líquidos al día. El comer alimentos en abundancia y ricos en calorías es perjudicial para su salud y la de tu bebé. El sobrealimentarse sólo te llevará al sobrepeso, lo que puede traer algún grado de complicaciones al final del embarazo y durante el parto. Entonces olvida eso de que debes "comer por dos", la idea es comer bien para dos.

Son muy frecuentes los consejos de amigas o familiares, acerca de lo que ocurre en el embarazo siempre con muy buena intención, pero a veces desorientadores y confusos y hasta en ocasiones preocupantes (mitos).

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